Para una buena gestión de las finanzas personales, es recomendable ahorrar, algo que solamente se puede conseguir cuando los ingresos son superiores a los gastos. Pero, ¿qué porcentaje dedicar al ahorro? ¿A qué destinar el dinero ahorrado? Vamos a ver esos dos puntos, partiendo de una realidad: cada persona o familia es un mundo, con sus ingresos y su estilo de vida particular.
¿Qué entendemos por ahorro?
En este artículo, el ahorro se refiere a la parte de los ingresos que no se ve consumida por los gastos habituales. Es decir, para calcular el ahorro no tomamos en cuenta los gastos extraordinarios, como pueden ser las inversiones en bienes de equipo, compra de viajes o reparaciones imprevistas, por ejemplo. Sin embargo, los gastos previsibles (el seguro o el mantenimiento anual del coche, por ejemplo) sí entrarían en estos gastos habituales.
Un porcentaje variable en función de los ingresos
Quizás muchos de vosotros hayáis escuchado decir que lo recomendable es ahorrar un 10% de los ingresos. En realidad, esta afirmación es en buena parte errónea, aunque sea cierta para una franja importante de la población cuyos ingresos mensuales se ajustan a este porcentaje. Sin embargo, para aquellos que cobran menos, un 10% puede ser un esfuerzo inalcanzable, mientras para los que cobran más, es una cantidad claramente insuficiente.
Una estimación arbitraria del porcentaje de los ingresos (después de impuestos) que se puede dedicar al ahorro sería el siguiente:
- 5 a 10% para los ingresos inferiores a 1.000€ al mes
- 10 a 15% para los ingresos hasta 1.500€ mensuales
- 15 a 20% para los ingresos hasta 2.000€ mensuales
- 20 a 25% para los ingresos hasta 2.500€ mensuales
- 25 a 30% para los ingresos hasta 3.000€ mensuales
- Más de 30% para los ingresos superiores a los 3.000€
Como hay un alto porcentaje de la población que cobra entre 1.000€ y 1.500€ mensuales, es lógico que escuchemos tan a menudo el porcentaje del 10%.
Estos porcentajes que os hemos comentado simplemente son indicativos, pues cada persona elige su forma de gastar y su estilo de vida. Es más previsor ahorrar el máximo porcentaje posible, pero gastar un porcentaje mayor tampoco es una decisión equivocada, siempre que no se coja la costumbre de gastar más de lo que se ingresa.
¿A qué dedicar el ahorro?
El ahorro se puede destinar principalmente a tres cosas:
1. La reserva de seguridad
Se trata de un dinero que se guarda en una cuenta fácilmente accesible y que está destinado a cubrir imprevistos, normalmente la bajada temporal de ingresos o para cubrir gastos inesperados como una reparación importante en el hogar. La mayoría de los expertos coinciden en que esta reserva debería representar entre 3 y 6 meses de ingresos. Es importante no guardar mucho más de eso, porque entonces perderíamos la oportunidad de sacar una rentabilidad extra a nuestros ahorros, invirtiendo en otros productos más competitivos, como por ejemplo los depósitos bancarios, que además de proporcionarnos unos intereses fijos, son un producto de ahorro 100% seguro, ya que está cubierto por el Fondo de Garantía de Depósitos, que garantiza hasta 100.00€ por titular y entidad.
2. El consumo
El ahorro también sirve para disfrutar. Esas cantidades ahorradas permiten comprar fácilmente y sin endeudarse aquello que nos pueda apetecer. Por ejemplo; un viaje a un destino exótico, una escapada con tu pareja, un segundo coche o quizás una moto.
3. La inversión para el futuro
El ahorro permite también generar ingresos para el futuro, en especial para la jubilación. Para eso, es interesante destinarlo a productos financieros u otro tipo de inversiones que generen unos intereses suficientes, siempre repartiendo el riesgo.
El factor clave en este aspecto es la constancia durante el tiempo. En efecto, si se consigue una rentabilidad media anual del ahorro del 5%, el dinero se duplica cada 14 años, cada 10 si la rentabilidad es del 7%. Por ponerlo de una forma más visual: una persona que ahorre 1.000€ al año durante 40 años y consiga una rentabilidad media del 5% durante todo este tiempo habrá conseguido al final ahorrar 120.000€, es decir 3 veces más que la suma de las cantidades anuales ahorradas. Todo gracias al efecto multiplicador durante el tiempo de los intereses generados.
Por ejemplo, si tenemos ahorrada una cantidad de 50.000€ y decidimos invertirlos en el Depósito Facto durante 5 años (con un 1,50% TAE* y sin comisiones de ningún tipo), al final de este periodo el capital que retiraremos será de 53.749,55€. Si reinvertimos esa cantidad durante otros 5 años, retiraremos 57.781€, y así sucesivamente. De esta manera, nuestro dinero no parará de crecer.
La lógica dicta que primero se constituya la reserva de seguridad, y a partir de allí, cada persona decida si quiere destinar los ahorros a consumo o a invertir para el futuro, y en qué proporciones.
*TAE del 0,30% (0,30% TIN) para un depósito a 3 meses, TAE del 1,25% (1,25% TIN) para un depósito a 12 meses y TAE del 1,50% (1,50% TIN) para un depósito a 60 meses. A partir de 10.000€ y con liquidación cada 3 meses. Oferta para particulares.