Si tienes una vivienda y quieres aumentar su valor en el mercado, merece la pena invertir algo de dinero en unas mejoras que te permitirán conseguir un mejor precio de venta, sin necesidad de realizar obras demasiado aparatosas y de gran calado.En el siguiente artículo te desvelamos las pequeñas reformas más eficientes a la hora de revalorizar tu casa.
1. El “lavado de cara”
Comprar una vivienda comporta unos aspectos muy psicológicos, y dar una buena primera impresión al comprador potencial es clave. Para eso, lo mínimo que tienes que hacer es un “lavado de cara” de tu vivienda, algo que te costará muy poco pero que te permitirá mejorar la imagen y el valor de la vivienda.
Dentro de las reformas que podemos situar dentro de este apartado, destacaríamos las siguientes:
- Pinta la casa
Es imprescindible para dar un aspecto nuevo a las paredes. Con el uso, es inevitable que los muros hayan sufrido pequeños percances como manchas, desconchados o humedades menores. Con una mano de pintura todos estos desperfectos desaparecen. Se recomienda usar tonos neutros como el blanco, que gustan a la mayoría y cogen mejor la luz.
- Revisa las zonas comunes de tu edificio
Si ves que las zonas comunes necesitan también un poco de pintura, no dudes en involucrarte en la comunidad para que estos desperfectos se arreglen cuanto antes.
El gasto será pequeño ya que es común y en la mayoría de los casos tendrá un impacto significativo en el comprador.
- Revisa tu puerta de entrada
Esto es lo primero que los posibles compradores verán cuando vayan a visitar el piso. Ten en cuenta que si hace falta poner un poco de barniz o reparar el timbre de la puerta, debes hacerlo sin dudarlo.
- Instala más luces en la vivienda
Especialmente si la casa está en pisos bajos o si es una vivienda interior, merece la pena invertir en poner más focos. Recuerda que la luz da una sensación de espacio.
- Repasa tu casa buscando desperfectos visibles y arréglalos.
Por ejemplo, si un mueble tiene muy mal aspecto, arréglalo o tíralo.
Todas estas pequeñas cosas que acabamos de enumerar no suponen un gasto elevado y, sin embargo, pueden influir significativamente el valor que le den los futuros compradores a tu vivienda.
2. La cocina y el baño
Son los dos elementos de una casa que más impactan a los compradores en la primera visita al inmueble. Por eso, es importante inspeccionarlos y tomar las medidas adecuadas si estos no se conservan en el estado adecuado.
En el caso de la cocina, tenemos dos opciones:
- La más barata es una pequeña reactualización de los muebles de cocina, que se puede hacer de varias maneras y con presupuestos muy diferentes. Uno puede limitarse a pintar los azulejos, así como los muebles, además de cambiar los tiradores. El resultado puede quedar muy aceptable. Con un poco más de presupuesto se pueden cambiar todas las puertas y la parte frontal de los cajones.
- La más cara es una reforma más completa, cambiando total o parcialmente los muebles de cocina y los electrodomésticos.
En el baño, para evitar una reforma integral, existen dos trucos:
- Si el chapado es aceptable, se pueden limitar los esfuerzos a sustituir aquellos elementos que estén en peores condiciones, sean los sanitarios, el lavabo o la bañera.
- Si los azulejos tienen motivos muy antiguos, usar una pintura especial para cerámica puede dar un aspecto totalmente renovado al baño.
Ten en cuenta que tanto en la cocina como en el baño la limpieza y la higiene son fundamentales para causar una buena primera impresión.
3. Aumentar el espacio
Otra opción bastante económica y que puede dar mucho valor a una vivienda es simplemente tirar tabiques para crear espacios más grandes y dar una sensación de amplitud, además de aprovechar mejor la superficie.
Un ejemplo típico es eliminar la pared entre el salón y el comedor, o entre el salón y el pasillo, para que nada más entrar en la casa se vea un espacio grande y acogedor. Hay que tener en cuenta que muchas veces tirar tabiques puede implicar retocar los suelos.
4. Mejorar la capacidad de almacenamiento
En muchas casas antiguas, para almacenar la ropa y otras cosas, se colocan muebles como armarios y cajoneras, que visualmente empequeñecen las habitaciones. Por eso, merece la pena plantearse la construcción de uno o varios armarios empotrados, que pasan más desapercibidos en el diseño de la casa, además de tener una capacidad de almacenamiento muy grande, ya que se extienden desde el suelo hasta el techo.
5. Un repaso a los suelos
El suelo también es un tema que puede llegar a ser clave en la imagen del piso. Si es parquet, puede merecer la pena contratar un servicio de lijar y barnizar para dejarlo tan nuevo como el primer día. Si es de cerámica o mármol, habrá que ver si se puede reparar, sustituyendo algunas baldosas, o si merece la pena cambiarlo totalmente, en una habitación o en todas las estancias.
6. Las ventanas y el aislamiento
Otra reforma que puede aumentar mucho el valor de la casa es cambiar las ventanas, especialmente si las que están instaladas son muy antiguas y ni siquiera tienen climalit.
Además, es bastante habitual que haya campañas de ayuntamientos o comunidades autónomas para financiar la renovación de ventanas. Un cambio significa menos ruidos, mejor aislamiento térmico y menos gasto energético. Características que están directamente relacionadas con un mayor valor del inmueble.
También merece la pena analizar la posibilidad de poner unas placas aislantes en las paredes que se comparten con los vecinos. Un aislamiento adecuado permite revalorizar la casa.
7. No hace falta cambiar todo
Todas esas pequeñas reformas son opciones y hacer una u otra dependerá de la situación de la vivienda. En muchos casos, con una inversión pequeña será suficiente. En otros, y especialmente en las viviendas más antiguas que no han sido reformadas recientemente, la mejor forma de subir el valor de la casa será invirtiendo en una reforma integral.
Consejos finales para dar una buena impresión a los compradores
- Mucho cuidado con las fotos. Hay que buscar los mejores ángulos, de una casa totalmente ordenada y lo más neutra posible. Así se aumenta la probabilidad de tener visitas.
- El día de la visita, la casa tiene que estar perfectamente limpia y ordenada. Nada de tener juguetes por todas partes o ropa tendida. Aunque viva alguien en la casa, se tiene que notar lo menos posible.
- Si hay plantas en la terraza o el balcón tienen que estar bien cuidadas. Las plantas muertas o resecas dan una impresión de abandono que no ayuda a la venta. En este caso es mejor esconderlas durante la visita.
