Cuando te propones emprender sabes que te vas a enfrentar a grandes retos y que vas a “sufrir” a la hora de lanzar y defender tu proyecto, pero también vas a aprender haciéndolo. La vida del emprendedor es una montaña rusa constante: sufres para lanzar un proyecto y cuando lo haces alcanzas un pico de satisfacción enorme. Por el camino te habrás dejado grandes cantidades de estrés.
Uno de los principales factores que causa este estrés es la rentabilidad. No basta con presentar un proyecto sólido sobre el papel con el plan de empresa, sino que necesitamos apostar por una idea original, innovadora y competitiva con los rivales actuales y con los que vendrán en el futuro. Y a todo esto debemos sumarle la capacidad de reacción para adaptarnos a los nuevos tiempos.
Aprendiendo a distribuir los costes
Cuando tienes que invertir en un proyecto, debes aprender a cubrir los costes del mismo optimizando los ingresos y la inversión. De nada sirve conseguir inversión de un business angel para después no saber distribuirla correctamente.
Ahorrar debe interpretarse como la habilidad de ajustar los costes al máximo para obtener el mayor rendimiento posible, no como una excusa para recortar gastos que superan barreras lógicas. No se ahorra pagando mal a tus empleados, se ahorra utilizando la tecnología apropiada para que sean más eficientes.
La tecnología como aliada para el ahorro
La tecnología, tomada como gran herramienta del emprendedor digital, debe ser algo más que una aliada a la hora de ahorrar costes. Pero no debemos creer que el ahorro vendrá por la parte tangible (dinero gastado), sino por todo lo que rodea al proceso productivo y creativo de nuestro proyecto. Piensa, por ejemplo, en contar con una herramienta que optimice la distribución de tareas.
En muchas ocasiones va a ser más recomendable contar con un buen paquete de herramientas de gestión (pueden llegar a ser hasta gratuitas) que con un mayor número de trabajadores. Tres no hacen más que dos si la organización se realiza de forma óptima. El ahorro en el mundo de los emprendedores va muy ligado a cómo gestionamos nuestras finanzas y a la toma de decisiones.
Educa a tus trabajadores
A partir de los recursos de los que disponemos (económicos, tecnológicos y humanos), debemos crear una filosofía de empresa que gire en torno al ahorro y al valor económico de nuestros productos. Si el empleado y el emprendedor son conscientes de la importancia de estos procesos para la empresa, el camino a seguir será mucho más placentero y rentable para todos.
Dicho de otro modo: si somos honestos con nuestros aliados, potenciamos la transparencia, transmitimos y compartimos los valores de nuestra marca optimizaremos los recursos y transmitiremos el mensaje deseado.
Aprende de tu experiencia
Con el paso del tiempo te darás cuenta de cómo tomar mejores decisiones para mejorar tu capacidad de ahorro como emprendedor. Es la experiencia la que va a ir determinando poco a poco el camino que debes seguir. A fin de cuentas, en cualquier decisión que tomes pueden pasar dos cosas: que sea acertada o que falles estrepitosamente. Si sucede lo segundo, no te preocupes. La clave está en tomar nota de lo acontecido, analizar cómo ha sucedido todo y avanzar sin olvidar para que los errores del pasado no vuelvan a cometerse. Es la máxima a la que se debe someter todo emprendedor en cualquiera de sus labores.
Productos de Ahorro
A la hora de potenciar tu nivel de ahorro como emprendedor, una buena opción es apostar por Cuenta Facto como inversión particular, ya que es un producto de ahorro con grandes ventajas.
La primera es la gestión cien por cien online, un requisito que a estas alturas resulta indispensable para todo emprendedor. La segunda es la integración del Depósito Facto, que ofrece una remuneración de hasta el 1,50% TAE*.
Busca la sencillez para conseguir resultados como emprendedor y los obtendrás. Es la premisa básica que planteo en todas mis decisiones.
*TAE del 0,30% (0,30% TIN) para un depósito a 3 meses, TAE del 1,25% (1,25% TIN) para un depósito a 12 meses y TAE del 1,50% (1,50% TIN) para un depósito a 60 meses. A partir de 10.000€ y con liquidación cada 3 meses. Oferta para particulares.