Debemos ajustar nuestras finanzas dependiendo de la etapa de la vida en la que nos encontremos. Por ejemplo, no es lo mismo tener un sueldo de becario y vivir con tus padres a los 20 años, que tener un sueldo de ejecutivo a los 40 y mantener a tu propia familia.En cada una de estas etapas, lo importante es vivir acorde con nuestros ingresos y manejar nuestras finanzas adecuadamente, pero más importante aún es conseguir ahorrar para evitar que nuestra economía personal quiebre ante cualquier imprevisto. Por eso, es importante que siempre tengamos un «colchón», una reserva de dinero para poder adelantarnos al imprevisto, reducir la preocupación y respirar con tranquilidad.
¿Quieres saber cuál es la mejor manera de asegurar el dinero en cada etapa vital? Te lo contamos todo en este post.
18-30 años -> Primera etapa laboral
Durante estos años, lo habitual es que os estéis formando o dando ya vuestros primeros pasos en el ámbito laboral.
Es una etapa en la que se suele iniciar la independencia financiera al conseguir los primeros ingresos propios. Aunque normalmente los sueldos del primer empleo suelen ser bajos, es muy importante aprender a gestionar el patrimonio de una manera adecuada y evitar caer en el endeudamiento.
Comienzan también a surgir las primeras adquisiciones de bienes como automóviles o motos, derivados de los primeros ahorros.
Es recomendable dirigir el ahorro a inversiones seguras a corto plazo.
31-45 años -> Crecimiento profesional
Los que estéis en esta etapa ya sabréis lo que cuesta ganar el dinero, habréis experimentado con vuestras finanzas y seguramente hayáis aprendido a base de equivocaros.
Muchos de vosotros estaréis en una etapa de crecimiento profesional (con la subida salarial que eso supone) y puede que estéis pensando en formar una familia o ya la tengáis creada. Este último caso trae consigo un incremento de los gastos derivados principalmente de la manutención de los hijos.
En esta etapa, la financiación y el ahorro conviven de la mano. La adquisición de la vivienda, muy habitual en este periodo, suele ir asociada a la contratación de un préstamo bancario y al mismo tiempo, se tiende a ahorrar para asegurar el futuro de los hijos (formación y educación, etc.).
Este es el momento clave para afianzar los ahorros y no despilfarrar los ingresos. ¿Cómo te puede ayudar el Depósito Facto en este momento? Es simple, haciendo crecer tu ahorro de una manera segura.
Una de las grandes ventajas del Depósito Facto es su flexibilidad en plazo. Esto quiere decir que tú eliges el día exacto de vencimiento de tu imposición.
Por ejemplo, supongamos que quieres ahorrar para los estudios de tus hijos, que comenzarán la universidad dentro de 5 años. El Depósito Facto te permite constituir una imposición a 5 años y retirar el día que tú elijas el capital inicial junto con los rendimientos obtenidos, hasta el 1,50% TAE*.
*TAE del 0,30% (0,30% TIN) para un depósito a 3 meses, TAE del 1,25% (1,25% TIN) para un depósito a 12 meses y TAE del 1,50% (1,50% TIN) para un depósito a 60 meses. A partir de 10.000€ y con liquidación cada 3 meses. Oferta para particulares.
46-55 años -> Consolidación profesional
En esta etapa de la vida, seguramente ya lleváis años trabajando y vuestros ingresos aumentado sustancialmente resultado de vuestra consolidación profesional.
Es probable que vuestros hijos hayan finalizado ya sus estudios universitarios y que la fecha en la que concluye vuestra hipoteca esté cercana. Con esta reducción de necesidades financieras y mayor disponibilidad de capital, aparecen nuevos objetivos de inversión orientados a obtener una mayor rentabilidad asumiendo, si es preciso, algo más de riesgo.
Ahora que ya tendréis cubiertas las necesidades básicas, la idea de generar riqueza aumenta su atractivo. Por lo que si estáis pensando en hacer crecer vuestro patrimonio, es el mejor momento para destinar una parte de vuestro capital a productos de ahorro como los depósitos.
El Depósito Facto es muy fácil de abrir y gestionar. No necesitaréis la ayuda de terceros ni asesores profesionales. Lo podréis gestionar todo vosotros mismos, rellenando un sencillo formulario desde la comodidad de vuestra casa.
56-65 años -> Antes de la jubilación
En esta etapa los ingresos procedentes del trabajo ya se han estabilizado para luego, en la etapa de la jubilación, comenzar a descender.
Los gastos continúan descendiendo, ya que en este periodo los hijos comienzan a independizarse, responsabilizarse de sus gastos y crear su propio hogar. Además, la cartera de inversiones comienza a ampliarse en búsqueda de rentas que funcionen de complemento a la prestación por jubilación.
¿Habéis construido vuestro capital a base de trabajo, queréis que siga creciendo y no os queréis arriesgar haciendo grandes inversiones? El Depósito Facto es perfecto para vosotros, gracias a su total seguridad porque las imposiciones que se hagan están garantizadas por el Fondo de Garantía Italiano (Fondo Interbancario di Tutela dei Depositi) que cubre hasta 100.000 euros por persona y entidad en caso de cualquier incidencia.
Más de 65 años -> Jubilación
En esta etapa lo importante es volver a ajustarse a los nuevos ingresos y calibrar de nuevo el estilo de vida, disfrutando de lo que ya se tiene ahorrado y por qué no, asegurando esos ahorros.
Pero asegurar los ahorros no quiere decir que no se pueda seguir rentabilizándolos. Con el Depósito Facto podéis dividir el capital según vuestras previsiones de futuro, en los plazos que más os convenga.
El plazo mínimo del Depósito Facto es de 3 meses, así que podréis hacer una imposición a 3 meses y dejar que vuestro dinero crezca.
Como veis, el Depósito Facto puede ser una excelente opción en cada etapa de la vida gracias a sus múltiples beneficios.
¿Qué más se puede necesitar para rentabilizar y asegurar los ahorros?
