En el mundo del ahorro y de la inversión, el tiempo siempre es un factor clave. En torno a él estructuraremos los plazos de duración de nuestras inversiones, siempre buscando un correcto equilibrio con la rentabilidad de las mismas. En este sentido, resulta interesante estructurar una cartera de inversiones que contemple vehículos de ahorro e inversión con diferentes horizontes temporales: a corto, medio y largo plazo. De entre ellos, las inversiones a largo plazo reúnen una serie de características que los convierten en indispensables para cualquier inversor, más allá de su perfil y tolerancia al riesgo. Algunas de estas características de las inversiones a largo plazo pueden llegar a suponer, en ciertas circunstancias, auténticas ventajas. Por ello, hoy vamos a conocer un poco mejor este tipo de inversiones, sus principales características y algunos ejemplos de la rentabilidad que nos pueden reportar.
¿Qué son las inversiones a largo plazo?
Como el resto de inversiones, las de largo plazo son actividades económicas en las que un ahorrador o inversor deposita un cierto capital de cara a obtener una rentabilidad por él gracias al paso del tiempo. En este caso, ese plazo temporal va a ser extenso, lo que dotará a la inversión de una serie de características que pueden hacerla especialmente adecuada para inversores y ahorradores, y en particular, para aquellos que busquen un nivel alto de seguridad en el retorno de la inversión. Su principal atractivo reside en que este tipo de operaciones están pensadas teniendo en mente horizontes temporales bastante amplios, eliminando la incertidumbre del día a día y el alto riesgo vinculado a operaciones de mayor volatilidad. Operaciones estas últimas que presentan un mayor nivel de fluctuaciones en el valor de los activos.
Algunos ejemplos de inversiones a largo plazo podrían ser las inversiones en activos de empresas consolidadas, inversiones de bolsa en valores de cierta estabilidad y a largo plazo, la construcción o adquisición de inmuebles o los depósitos bancarios.
Principales características y ventajas de las operaciones a largo plazo
- Son más rentables. A iguales condiciones entre dos inversiones, la que se realice a un plazo temporal mayor, por regla general,nos reportará más beneficios. Esto tiene que ver con una necesidad de recompensar en mayor medida al inversor por la cesión de su dinero. De esta manera se valora el esfuerzo que el ahorrador tiene que hacer en lo relativo a la pérdida de liquidez que lleva vinculada cualquier inversión. Así, se consigue que el producto de ahorro e inversión sea más atractivo para el público.
- Son más estables y seguras. Las inversiones y acciones de ahorro diseñadas para abarcar un largo período de tiempo normalmente se realizan sobre valores o activos que presenten cierta estabilidad. De esta manera, se debe huir de productos que presenten grandes fluctuaciones de valor, es decir, de alta volatilidad. A través de esta estrategia,se intenta asegurar un nivel mínimo de riesgo, fundamentando la rentabilidad en el paso del tiempo y en el aumento del valor global del capital invertido tras el paso de los años.
- Requieren menos esfuerzo.Si pensamos en opciones de inversión de alto riesgo como el day trading, que se basa en la negociación de instrumentos financieros dentro de una misma jornada, entenderemos que este tipo de operaciones requieren de un esfuerzo de investigación constante que se traduce en tiempo y trabajo diario. Por el contrario, las inversiones a largo plazo solo requieren hacer esta labor de investigación una vez cada mucho tiempo. Así, este tipo de inversiones son más fáciles y cómodas de realizar para ahorradores e inversores que prefieran dedicar su tiempo a otros menesteres.
- Dan al ahorrador más tranquilidad. Algunas inversiones a largo plazo garantizan incluso un cierto nivel de rentabilidad en la operación de antemano. Este es el caso, por ejemplo, de los depósitos bancarios a plazo fijo. En ellos, el ahorrador sabe desde el primer día los intereses que le va a reportar su inversión, por lo que solo tiene que esperar a que se cumplan los plazos de vencimiento de sus imposiciones.
- Tienen menos gastos.Las inversiones a largo plazo, sea cual sea la naturaleza de las inversiones en cuestión, reducen el número de operaciones que el ahorrador debe realizar con su dinero. Esto se traduce en menos comisiones a pagar a intermediarios y en menos impuestos. De esta manera, se optimiza el rendimiento del capital de forma efectiva, aumentando la rentabilidad neta de la inversión.
Los depósitos plazo fijo como ejemplo de inversión a largo plazo
Los depósitos bancarios a plazo fijo son un magnífico ejemplo de un producto de inversión a largo plazo. Este tipo de depósitos ofrecen, de forma general, un mayor porcentaje de rentabilidad a los inversores cuanto más amplios sean los tiempos de las imposiciones. De esta manera, contratando depósitos a plazo fijo de alta rentabilidad, como el Depósito Facto, los ahorradores pueden obtener unos ingresos muy atractivos por su dinero, con el nivel de seguridad más alto (según el semáforo de riesgos) para su inversión.
Por ejemplo, si depositamos 50.000 euros en el Depósito Facto con su tiempo máximo de imposición, establecido en 60 meses, podremos obtener el porcentaje de rentabilidad más alto de este producto de ahorro, un 1,25 % TAE* (1,25% TIN). Realizando una imposición con estos parámetros, al cumplirse el plazo de vencimiento obtendríamos unos intereses brutos de 3.125 €. Una buena cifra teniendo en cuenta que el Depósito Facto es es un producto totalmente libre de comisiones. Además, podremos realizar múltiples imposiciones con total flexibilidad, eligiendo las cantidades que queremos invertir, desde 10.000 € hasta 3.000.000 €; así como los períodos de imposición, desde 3 a 60 meses.
Ahora conocemos un poco mejor qué son y cómo funcionan las inversiones a largo plazo. También hemos visto cuáles son sus principales características y en qué situaciones estas se convierten a en claras ventajas para el ahorro. Un tipo de productos perfectos para diversificar nuestra cartera de inversiones y para aliarnos con el paso del tiempo para obtener más por nuestro dinero.
*TAE del 0,25% (0,25% TIN) para un depósito a 3 meses, TAE del 0,75% (0,75% TIN) para un depósito a 12 meses y TAE del 1,25% (1,25% TIN) para un depósito a 60 meses. A partir de 10.000€ y con liquidación cada 90 días. Oferta para particulares.
