En el panorama económico actual, cuando la economía global fluctúa continuamente, es fundamental que todos sepamos cómo manejar nuestras finanzas personales correctamente, para poder asegurar la continuidad de nuestro capital pese a las variaciones que la economía pueda sufrir.
Aquí, en España, las pensiones están aseguradas por el Estado pero siempre es recomendable contar con un complemento al sistema de prestación de pensiones de la Seguridad Social para asegurar nuestra tranquilidad.
Puede que muchos os hayáis preguntado alguna vez cuánto dinero necesita una persona para jubilarse. La respuesta a esta pregunta no puede hacerse de manera general, ya que la cantidad dependerá del nivel de vida que tenga la persona antes de jubilarse. Lo que es cierto es que esta cantidad deberá asegurar una estabilidad económica para el resto de la vida.
Pero, ¿cómo podemos llegar a ahorrar lo suficiente como para asegurar esa estabilidad?
En este post te hablamos de las diferentes alternativas que ofrece el mercado.
1. Planes de pensiones
Los planes de pensiones son instrumentos de ahorro a largo plazo. Se constituyen con aportaciones periódicas del beneficiario durante su vida laboral para, en el momento de su jubilación, disponer de ese capital total más unos intereses.
La rentabilidad de los planes de pensiones no es fija, pues dependerá de los rendimientos de los activos en los mercados financieros en los que se haya invertido el capital.
Hay tres modalidades de planes de pensiones:
– Plan de pensiones individual: en el que el beneficiario crea su propio plan con una entidad financiara.
– Plan de pensiones de empleo: en el que la empresa abona una parte de la aportación y la otra el empleado beneficiario.
– Plan de pensiones asociado: en el que el promotor es una asociación, colegio profesional colectivo, sindicato o gremio en el que sus miembros hacen aportaciones y luego son beneficiarios.
El punto fuerte de los planes de pensiones es la reducción fiscal. Estos planes tienen reducción en la base imponible del IRPF, es decir, desgravan a la hora de hacer la Declaración de la Renta.
El punto débil es la falta de liquidez. Tan solo se puede recuperar el dinero invertido cuando hayan pasado 10 años desde la primera aportación o en el caso de que se produzcan ciertas contingencias como invalidez, dependencia severa, enfermedad grave, desahucio, desempleo de larga duración o fallecimiento del titular.
Además, las personas que quieran recuperar su dinero invertido en el plan de pensiones, aunque hayan pasado más de diez años desde la primera aportación, tendrán que esperar hasta el 1 de enero de 2025. Fecha en la que se cumplen diez años de la entrada en vigor de la norma.
Tras la última reforma fiscal, la aportación máxima anual para los planes de pensiones es desde el 1 de enero de 2015, de 8.000 € anuales.
2. Depósitos
Ya te hemos explicado el funcionamiento y los beneficios de los depósitos en artículos anteriores, pero a modo de resumen, podemos decir que los depósitos a plazo son un producto financiero en el que se cede una cantidad de dinero a una entidad financiera durante un tiempo determinado a cambio de recibir unos intereses a la fecha de vencimiento.
El dinero invertido está garantizado (hasta 100.000 euros) por el Fondo de Garantía de Depósitos, por lo que este producto se torna perfecto para los ahorradores que no quieren correr riesgos.
Los depósitos a plazo fijo son una excelente alternativa ante la falta de liquidez de los planes de pensiones y pueden llegar a ofrecer buenas rentabilidades. Este es el caso del Depósito Facto -asegurado por el Fondo Interbancario di Tutela dei Depositi (FITD)- con el que puedes elegir la fecha exacta de vencimiento de tu depósito (tú decides el periodo de tiempo que quieres depositar tu dinero) y a cambio obtendrás una de las rentabilidades más altas de este mercado; hasta el 1,50% TAE*.
*TAE del 0,30% (0,30% TIN) para un depósito a 3 meses, TAE del 1,25% (1,25% TIN) para un depósito a 12 meses y TAE del 1,50% (1,50% TIN) para un depósito a 60 meses. A partir de 10.000€ y con liquidación cada 3 meses. Oferta para particulares.
3. Seguros de ahorro
Los seguros de ahorro son una modalidad de seguros en la que el cliente, dependiendo de la entidad aseguradora con la que formalice su contrato, hace una aportación única o periódica (primas) durante un tiempo determinado en el que no podrá disponer de su dinero. La finalidad es recibir después sus ahorros más los rendimientos económicos generados.
Como puedes ver, es un producto muy parecido a los depósitos, pero la gran desventaja de los seguros de ahorro es que el dinero invertido no está protegido, como en el caso de los depósitos por el Fondo de Garantía, sino que al ser un producto que se contrata a una entidad aseguradora, su garantía dependerá, en última instancia, de la solvencia de la aseguradora.
Por otra parte, el capital ya aportado generalmente se podría recuperar aunque siempre dependiendo de la entidad y bajo una penalización económica.
4. Planes de Previsión Asegurada (PPA)
Son instrumentos de ahorro, planes de seguros en los que el asegurado hace aportaciones voluntarias y periódicas a la entidad correspondiente a cambio de una garantía de interés mínimo.
Al igual que los planes de pensiones, los PPA cuentan con beneficios fiscales, es decir, según las aportaciones que se realicen se pueden pagar menos impuestos al reducir la base imponible del IRPF.
La desventaja de los PPA es la misma que para los planes de pensiones; no se puede disponer anticipadamente del dinero que ya hayamos aportado. Es decir, no se puede rescatar el dinero si no es para cubrir alguna de las contingencias que contempla este tipo de contratos, que dependerán de las condiciones de la entidad aseguradora. Normalmente son: jubilación, enfermedad grave, desempleo de larga duración o fallecimiento del asegurado (podrían disponer del capital sus herederos).
Las principales diferencias entre los Planes de Pensiones tradiciones y los PPA son las siguientes:
• Los planes de pensiones suelen permitir (generalmente) hacer aportaciones flexibles en cuanto a periodicidad y cuantía según el capital del que dispongamos en cada momento, mientras que los PPA obligan a hacer aportaciones periódicas con un mínimo exigido.
• Los PPA aseguran una rentabilidad fija con un interés mínimo garantizado, mientras que los planes de pensiones dependerán de los diferentes activos en los que se invierta.
La aportación máxima anual para los PPA es la misma que para los planes de pensiones, es decir, 8.000 € anuales.
5. Planes Individuales de Ahorro Sistemático (PIAS)
Los PIAS son una mezcla entre los seguros de vida y los planes de pensiones. Son planes de ahorro en los que el asegurado hace aportaciones esporádicas o periódicas (primas) a una entidad aseguradora o bancaria (hasta un máximo de 8.000 euros anuales), para conseguir unos rendimientos que se pagaran generalmente en forma de renta vitalicia.
Es un producto de gran liquidez, ya que se puede rescatar el dinero aportado en cualquier momento dado que su contingencia principal no es la jubilación, aunque seguramente (según la entidad) nos cobren una penalización.
La principal ventaja de este producto es que los rendimientos que se generan desde la primera aportación hasta que se cobra la renta vitalicia están exentos de tributación, hasta el momento en el que se empieza a cobrar dicha renta.
Sin embargo, las aportaciones hechas no reducen la base imponible del IRPF como en el caso de los planes de pensiones y de los planes de previsión asegurada.
6. Fondos de Inversión
Como ya sabéis por otros artículos , un fondo de inversión es una institución de inversión colectiva (IIC) creada para reunir fondos de distintos inversores con la finalidad de invertirlos en diferentes instrumentos financieros.
Los inversores delegan la responsabilidad de inversión en un banco o entidad financiera que se responsabiliza de administrar esa cartera y, para recuperar la inversión con su rentabilidad generada hay que vender las participaciones. Por tanto, la desventaja de los Fondos de Inversión es que es un producto de renta variable que depende de la volatilidad de los valores en los que se invierta.
No se sabremos con certeza el futuro de nuestra inversión, es decir, si vamos a perder nuestro, o si por el contrario la inversión nos va a aportar rentabilidad.
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En todo caso, si cuentas con grandes ingresos puedes diversificar e invertir en distintos productos de ahorro, aunque si tus ingresos son menores lo más recomendable es asegurar el dinero en productos totalmente fiables y asegurados.
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