Como directivo, ¿qué opinas de los cotilleos en tu empresa?¿Qué te parece que tus empleados y colaboradores se informen y comenten el comportamiento de los demás de forma frecuente? ¿Propondrías que se limiten en lo posible estas prácticas?
El cotilleo como parte de las relaciones sociales
Los estudiantes de la escuela Tendai solían practicar la meditación mucho antes de que el zen llegase al Japón.
Cuatro de estos estudiantes, amigos íntimos, se comprometieron a observar siete días de absoluto silencio.
Durante el primer día, todos permanecieron callados. Su meditación había empezado con buen pie. Pero al caer la noche, como fuera que la luz de las lámparas de aceite había empezado a palidecer, uno de los estudiantes no pudo evitar decir a un sirviente:
-Recarga esas lámparas.
Un segundo estudiante se quedó estupefacto al oír hablar al primero.
-Se suponía que no íbamos a decir una palabra, observó:
-Sois los dos unos estúpidos. ¿Por qué habéis hablado?, preguntó un tercero.
-Yo soy el único que no digo nada, concluyó el cuarto estudiante.
Las personas somos seres verbales y sociales. El lenguaje nos permite aprender, adaptarnos a los medios humanos y naturales y modificarlos. La conducta verbal es una habilidad susceptible de ser controlada o “educada”, tanto la propia como la que emiten los demás, y su influencia es tan grande que la mayoría de los problemas psicológicos también tienen su base en el lenguaje.
En general, el cotilleo se considera una mala praxis y está socialmente mal valorado, también en el contexto laboral, al asociarse con la intención de influir negativamente o perjudicar a otras personas mediante el uso de la crítica y la información sesgada. Su práctica escapa al control de los managers, que no tienen los medios suficientes para limitarla y a veces ni tan siquiera para conocerla, e incluso sufren también sus efectos como directivos.
Pero, ¿y si a pesar de todo el cotilleo fuese beneficioso para tu organización?
El cotilleo mejora el desempeño de los equipos de trabajo
Según un estudio de Kniffin y Wilson (2010) la presencia de cotilleo en el trabajo se relaciona con un mejor desempeño si parte de la remuneración de los empleados está sujeta al desempeño del grupo.
Así, la “monitorización mutua”, entendida como la supervisión, control y escucha de información relacionada con otros, emerge como respuesta a las organizaciones que reconocen y valoran el desempeño a nivel grupal. Dicho de otra forma, el cotilleo puede ser beneficioso en los equipos de trabajo que deben obtener resultados en común para obtener recompensas materiales y simbólicas que valoran el éxito comunitario, siempre de una forma que los empleados consideren justa y cuando los objetivos son realistas y pueden ser alcanzables en equipo.
Las empresas que estructuran sus recompensas al nivel de equipos de trabajo pueden facilitar los aspectos positivos del cotilleo para los grupos, mientras mantienen la vigilancia frente a sus aspectos más dañinos y egoístas de esta práctica.
El cotilleo como control de los malos compañeros
¿Qué harías con esos compañeros que intentan parecer más inteligentes en las reuniones de empresa para hacerte quedar mal? ;)
Más allá de esta broma, una de las soluciones más ampliamente estudiadas contra las dificultades de cooperación en el trabajo consiste en castigar la conducta (egoísta) de las personas integrantes de los equipos para disminuir el incentivo por aprovecharse y hacer la cooperación más beneficiosa para los individuos. Sin embargo, castigar a un compañero es algo poco común en la vida cotidiana de las empresas por la dificultad que entraña valorar los comportamientos inadecuados y aplicar las normas de forma justa, además de los efectos secundarios negativos que implica el castigo en contextos sociales sobre el clima laboral.
La herramienta más “natural” de la que disponen los equipos para castigar a los profesionales que incumplen o se aprovechan de las normas es el cotilleo que difunde y afecta a la reputación en pequeños o grandes grupos y en las redes sociales.
De hecho, tanto los modelos de simulación como los estudios empíricos sugieren que el seguimiento de la reputación profesional e intercambio vía cotilleo son un mecanismo de bajo coste y eficiente para promover la cooperación.
¿Cómo se te queda el cuerpo? :)
¿Qué va a ser, cotilleo o castigo?
Entonces, ¿cuál de las dos estrategias, cotilleo o castigo, es más eficaz para promover la cooperación de los equipos?
Para examinar esta cuestión, Wu, Balliet y Van Lange (2016) diseñaron un estudio para observar cómo interactuaban los participantes en un primer juego que incluía los factores cotilleo y castigo y en un juego posterior que medía la confianza resultante entre los participantes. Los resultados revelaron que la opción de cotillear incrementó las ganancias tanto colaborativas como individuales, mientras la opción de castigar no tuvo efecto general sobre la cooperación y disminuyó de forma significativa las ganancias individuales. Además, la opción de cotillear hizo a los participantes más confiados y dignos de confianza en el siguiente juego de confianza.
En síntesis, parece que el cotilleo podría ser más efectivo y eficiente que el castigo a la hora de promover y mantener la cooperación.
Como directivo o manager, antes de penalizar o intentar acabar con una práctica en base a su valoración social, te proponemos evaluar si esa práctica puede aportar algo bueno a tu organización.
Mini test para evaluar el cotilleo en tu organización
Si quieres sacar el máximo partido a las prácticas de cotilleo sobre el rendimiento y satisfacción de los equipos en tu empresa, hazte estas preguntas:
1. RECONOCIMIENTO. ¿Existe algún concepto que retribuya o recompense los resultados obtenidos a nivel grupal?
2. RESULTADOS. ¿Qué resultados podrían establecerse a nivel grupal y cómo deberían definirse para ser alcanzables en las condiciones actuales?
3. OBJETIVOS. ¿Sería posible disgregar parte del componente retributivo variable para asignarlo a un objetivo competitivo por grupos?
4. COMUNICACIÓN. ¿Podrían actuar estas personas como un medio fiable para que determinada información relevante llegue a todos?
5. CLIMA. ¿Podría utilizarse el cotilleo como indicador de la calidad de las relaciones personales entre los empleados a nivel de equipo? ¿Qué comportamientos relacionados son claramente perjudiciales para la organización y qué los está manteniendo? ¿Puede ayudarnos este tipo de comportamientos a evaluar el funcionamiento de la organización?
Sea como fuere, si tienes la intención de potenciar el cotilleo del bueno para mejorar tu organización, recuerda hacerlo con mucho humor.
