Siempre he sido un emprendedor. No concibo ni un solo capítulo de mi carrera profesional si trabajar para mí. Comencé a la vez que realizaba mis estudios universitarios y desde entonces no he parado de emprender. A veces lo he hecho con éxito, otras con menos acierto, pero nunca he dejado apostar por las ideas en las que creía. No ha sido un camino difícil, pero no me arrepiento de nada. A pesar de los momentos duros, que los ha habido, emprender está en mi ADN, en mi forma de vida, y así seguirá siendo hasta que el cuerpo aguante.
¿Por qué tomé la decisión de emprender? Probablemente porque siempre fui una persona con muchas inquietudes personales y profesionales. Recuerdo con especial cariño mis primeros contactos con la programación web y la puesta en marcha de páginas experimentales para ver si funcionaba todo eso que estaba aprendiendo. Fui de lo básico a lo complejo practicando un proceso de autoaprendizaje bastante interesante que me ha terminado convirtiendo en mejor profesional y persona. Estos son los cinco motivos por los que lo recomiendo emprender.
1.Es una salida profesional en crisis
Ahora que estamos viviendo momentos “oscuros” en el panorama profesional tras la crisis económica, todo parece señalar que se comienza a ver la luz. Las empresas que peor lo han pasado, pero que han conseguido sobrevivir a los baches recuperan la forma y comienzan a destinar recursos a contratar y los sectores que caían a la baja ganan estabilidad. Estamos en ese instante cuando los motores comienzan a calibrarse y se ven los primeros brotes de positivismo. Es un buen momento para emprender, más cuando tienen metas profesionales propias.
Que pierdas tu puesto de trabajo no es un plato de gusto para nadie, pero se debe valorar como una oportunidad para apostar por esa idea que llevamos teniendo en la cabeza años. Importante: emprender no es sinónimo de tirar la toalla en la búsqueda de empleo. Es cierto que todo proyecto requiere una dedicación, pero algunas iniciativas van a permitir apostar por tu idea y compaginarla con otras salidas profesionales. Con una buena organización y una correcta optimización del tiempo, es posible apuntar en varias direcciones.
2. Agudiza el ingenio empresarial
A la hora de buscar colaboradores y aliados para mis proyectos, valoro enormemente la experiencia previa emprendiendo incluso cuando se encuentran “fracasos” en el currículum. Emprender es mucho más que apostar por una idea propia y lanzarla al mercado, es evolucionar como profesional, tener capacidad para tomar decisiones, para meter la pata. Un emprendedor es un empresario con capacidad para luchar por sus objetivos. Si es capaz de ello, seguro que tiene mucho que aportar a un proyecto.
Se puede decir, aunque suene manido, que los emprendedores estamos hechos una pasta especial. Y lo estamos porque tenemos que pelear para llegar a final de mes y nuestra nómina depende del éxito o del fracaso de nuestras ideas. Esto nos forja en una ética que nos hace valorar mucho más las decisiones. No quiero decir con ello que trabajando para un tercero no se puedan apreciar estos aspectos, pero sí que la batalla de emprender te forja en unos terrenos que de otra forma son imposibles de visitar. Mis mejores aliados siempre son emprendedores.
3. Es un reto a todos los niveles
La experiencia de los años me dice que emprender siempre es un reto. Da igual lo que hagas o el aparente éxito que puedas conseguir a corto plazo. Incluso cuando nos enfrentamos a un sector yermo donde vamos a dar el primer golpe y tenemos relativamente garantizado el éxito. Lo importante no es encontrar la idea y lanzarla, que también, sino saber mantenerla. Son los retos de perdurar en el tiempo los que van a terminar demostrando si tenemos madera de emprendedor. Es esta resistencia la que va a forjar nuestro currículum.
4. Cambia tu filosofía de vida (personal)
Al igual que emprender cambia tu forma de trabajar a diario, especialmente en la visión planificadora a medio y largo plazo, y te ayuda a tomar decisiones de una manera más concienzuda y premeditada, también tiene impacto certero sobre la vida personal. La versión resumida es sencilla: no tienen horario, siempre estás en la oficina, la línea entre trabajo y tiempo libre es difusa o inexistente y la presión a veces te hace sacrificar aspectos de la vida social (familia, pareja, hijos, amigos, etc.). Pero más allá de lo obvio, emprender es una guía que cambia nuestra manera de ver las cosas y nos hace asumir los sacrificios de otra forma.
5. De los errores se aprende
Sin lugar a dudas, uno de los puntos por los que recomiendo emprender es por tener la oportunidad de fracasar. Somos educados erróneamente en la cultura del triunfo absoluto, en el pensamiento de que si no tienen éxito no vas a llegar a ninguna parte. Gran error. De los fallos se aprende mucho más que de los éxitos. Además, emprender nos concede con el tiempo una mayor capacidad de autocrítica, lo que nos ayuda a ser más sólidos en la toma de decisiones. De nada sirve eso de no tener abuela porque si no somos capaces de ver nuestros errores el proyecto va a terminar lastrándose a sí mismo.
Por todas estas razones, siempre que me preguntan recomiendo emprender, y no solo por el hecho de tener un negocio propio, sino por toda la experiencia que se adquiere en el proceso.
Si quieres emprender, lánzate. El no ya lo tienes.
