Dicen que los comienzos siempre son difíciles y no les falta razón. Cuando estás iniciando tu primer proyecto como emprendedor, los pasos que debes dar están llenos de dificultades. Necesitas invertir en recursos de diferente tipo (humanos, materiales, etc.) y en ocasiones los resultados no llegan cuando se esperan. De hecho, suelen tardar en aparecer, por lo que el agobio suele ser un factor recurrente y la paciencia la mejor herramienta. Para evitar la desesperación, es recomendable seguir algunos consejos para ahorrar al dar los primeros pasos.
Gasta sólo en lo necesario
Puede parecer una gran obviedad, pero en ocasiones pasamos por alto que las inversiones deben tener un retorno, por lo que debemos saber en todo momento dónde estamos depositando nuestros ingresos. En los primeros compases de nuestro proyecto los recursos van a ser muy preciados principalmente porque hablaremos de inversión para el lanzamiento. Es por ello que resulta fundamental estudiar en qué vamos a invertir para potenciar nuestro negocio.
Analizar tu día a día como emprendedor y el de quienes te acompañan en el camino y coloca los recursos en la justa medida de cada frente.
Como ocurre en las inversiones personales, antes de invertir en algo es conveniente que realices una investigación de campo para saber si es la opción que mejor se adapta a tus necesidades. Basta con que analices otros elementos dentro de ese mismo segmento para que puedas comparar. Aquí echar un vistazo a lo que hacen tus competidores ayuda, y mucho, a la hora de ahorrar.
Planificar siempre ayuda a ahorrar
En mi experiencia como emprendedor siempre he llegado a la misma conclusión: si planificas, puedes conseguir los objetivos deseados. Si no lo haces, acabarás perdiendo recursos económicos y tiempo, y esos dos elementos son fundamentales cuando estás comenzando en tu negocio. Por lo tanto, contar con una exhaustiva planificación es fundamental para conseguir objetivos.
Lo primero para conseguirlo es saber hacia dónde queremos llegar. Una vez definido el plan de proyecto, siempre teniendo en cuenta los errores que podemos cometer por el camino y los cambios inesperados que se pueden producir en nuestro entorno profesional, tenemos que definir la estrategia a seguir, los plazos, los elementos que vamos a ir necesitando para cumplirlos, etc. Una buena planificación es, además, un síntoma favorable para atraer clientes, inversores, etc.
Externaliza en la medida de lo posible
A todos nos encantaría contar con un equipo de profesionales completo, complejo, que funcione a pleno rendimiento y que esté al cien por cien volcado en nuestro proyecto, pero cuando estamos comenzando difícilmente vamos a tener un capital tan ingente que nos permita trabajar en estas condiciones con todo el equipo. Es por ello que la externalización de servicios se convierte en una vía óptima para dar nuestros primeros pasos. No debes mirarla como algo negativo.
Piensa en los servicios necesarios para tu empresa que puedes externalizar. A la cabeza se me vienen conceptos como el departamento de comunicación, el de marketing, el de social media, el de administración, etc. Solo necesitas encontrar grandes aliados externos que te ayuden con estos servicios. Así conseguirás reducir costes cuando estás comenzando y redirigir recursos a otros frentes.
Colabora y fomenta sinergias
En el mundo de los emprendedores resulta indispensable fomentar las sinergias para crecer por varias razones. La primera, que mediante las colaboraciones vamos a ser capaces de crecer poco a poco y de forma óptima.
La segunda, que siguiendo una filosofía del quid pro quo vamos a ahorrar costes, que es lo que nos interesa cuando iniciamos un proyecto.
Para potenciar esta filosofía, es necesario que aceptemos las normas del networking y lo practiquemos, que tengamos siempre una agenda de contactos viva, funcional y activa. Usar redes sociales como Linkedin y su agenda de contactos, y acudir a eventos offline para vean que existimos, que nuestro proyecto tiene rostros detrás y que somos capaces de conectar.
Déjate aconsejar por los demás
Suele suceder que cuando estás comenzando en un nuevo proyecto te muestras especialmente celoso con lo que te dicen sobre él. Está bien que defiendas de forma férrea tu idea y que tengas claro el objetivo que debes conseguir, pero que esta situación no se transforme en ningún caso en un problema para saber aceptar los buenos consejos que nos den quienes nos rodean.
En este sentido, contar con grandes aliados que nos ayuden a elegir el camino por el que tirar siempre es beneficioso y a pesar de ser un recurso intangible es extremadamente valioso. Rodéate de gente que sepa de tu modelo de negocio y no dudes en preguntar cuando tengas dudas sobre el camino que seguir. En la mayoría de las ocasiones verás que las respuestas son muy beneficiosas.
Pero, ante todo, la principal clave para fomentar el ahorro cuando eres emprendedor es apostar por el sentido común y por la experiencia adquirida para tomar decisiones sensatas, que sean capaces de cubrir nuestras necesidades y que actúen como catalizadores para hacer crecer el proyecto.
