Seguramente habrás oído en muchas ocasiones usar indistintamente los términos ahorro e inversión. ¿Sabes cuál es la diferencia entre ambos conceptos? ¿Alguna vez te has preguntado si estos dos términos significan lo mismo?
Para todos los que no sepan la respuesta, a continuación os lo explicamos todo…
¿Qué significan estos dos conceptos y en qué se diferencian?
Según la definición que aparece en la Real Academia de la Lengua, ahorrar puede significar, entre otras definiciones, reservar alguna parte del gasto diario, guardar dinero como previsión para necesidades futuras o evitar un consumo mayor.
Sobre invertir, la definición de la RAE es mucho más concisa; dícese del acto de emplear, gastar o colocar un caudal.
Para entender bien lo que significan estos dos términos necesitamos ir un poco más allá de su simple definición lingüística.
Ahorrar es reservar un dinero para poder disponer de él en el futuro, mientras que invertir significa renunciar a gastar un dinero en el momento presente para obtener posibles rendimientos en el futuro.
Veamos ahora algunas diferencias:
- Generalmente ahorramos dinero para tener la certeza de poder cubrir posibles emergencias o gastos que surgen en la vida cotidiana. En cambio, cuando realizamos una inversión, buscamos un rendimiento extra sin pensar en cubrir el gasto derivado de posibles emergencias, ya que no tenemos la certeza (dependiendo de la volatilidad de los productos en los que deseemos invertir) de poder recuperar el ahorro.
- Cuando ahorramos, por lo general, depositamos nuestro capital en cuentas corrientes en las que se puede acceder al dinero de manera inmediata. Sin embargo, al invertir se suele colocar el dinero en productos financieros a más largo plazo, que tardan un tiempo en generar rendimientos.
Por tanto, se puede decir que la principal diferencia entre los dos conceptos es la incertidumbre. Ahorrando sabemos con certeza que podremos disponer del dinero reservado en un futuro, mientras que invirtiendo sufrimos la incertidumbre de no saber si vamos a perder el dinero reservado o si vamos a obtener un beneficio por él.
Entonces, ¿un depósito del que obtenemos rendimientos fijos es una inversión? No, te lo explicaremos mejor…
El Depósito Facto, ¿es un producto de ahorro o de inversión?
El Depósito Facto es un producto de ahorro porque sabemos, con total seguridad, que dispondremos, en el futuro, de la totalidad del dinero que hemos depositado.
Además, sabemos exactamente el momento en el que recuperaremos nuestro dinero, ya que con el Depósito Facto podemos seleccionar su día exacto de vencimiento (entre 3 y 60 meses desde que depositamos el dinero). También conoceremos el beneficio económico que obtendremos por el capital depositado (hasta un 1,50% TAE*).
Se puede decir que el Depósito Facto tiene lo mejor del ahorro y de la inversión, ya que acumula:
- La certeza de disponer de ahorros para el futuro.
- Los rendimientos que genera una inversión sin sufrir incertidumbre.
Entonces, ¿qué es mejor? ¿ahorrar o invertir?
La respuesta a esta pregunta no es categórica y depende de lo que cada uno quiera hacer con su dinero. Para responderla debemos tener en cuenta 3 variables:
- Primero, debemos analizar si podríamos necesitar el dinero de manera inmediata.
- En segundo lugar, debemos plantearnos si queremos obtener rendimientos y si nos importa correr riesgos.
- Y en tercer lugar, debemos valorar si queremos rendimientos a toda costa sin importar el riesgo.
Nosotros proponemos 3 alternativas a cada una de estas variables que acabamos de comentar:
¿Quieres reservar tu dinero y disponer de él cuando quieras? Entonces debes ahorrar utilizando productos financieros como cuentas corrientes o cuentas de ahorro.
¿Quieres obtener altos rendimientos y no te importa correr el riesgo de perder la inversión? Entonces debes invertir en productos financieros como acciones o fondos de inversión. ¡Pero ojo! para obtener una rentabilidad asegurada invirtiendo en productos tan arriesgados, siempre es recomendable diversificar nuestra cartera de inversión, incluyendo en ella productos que nos proporcionen una rentabilidad asegurada.
¿No quieres correr el riesgo de perder dinero pero quieres obtener rendimientos? Si no te importa esperar un tiempo determinado para disfrutar de los beneficios obtenidos, entonces debes elegir los depósitos a plazo fijo, incluso con vencimientos muy a corto plazo (por ejemplo, a 3 meses).
¿Cuál de estas opciones te interesa más?
¿Tienes alguna duda? Habla con nosotros
*TAE del 0,30% (0,30% TIN) para un depósito a 3 meses, TAE del 1,25% (1,25% TIN) para un depósito a 12 meses y TAE del 1,50% (1,50% TIN) para un depósito a 60 meses. A partir de 10.000€ y con liquidación cada 3 meses. Oferta para particulares.
