Como ya sabemos, la campaña de la Renta 2015 finalizó hace unas semanas, pero nunca es tarde para informarse de las maneras de ahorrar gracias a las deducciones fiscales a las que uno tiene derecho.
El año que viene tendremos que presentar una nueva declaración y será la oportunidad de pagar menos, analizando las diferentes opciones. En este artículo no vamos a repasar todas las posibles deducciones, ya que son muchas, sino que nos centraremos en analizar algunas opciones interesantes para personas con ingresos medios y altos.
La deducción por la vivienda ya es cosa del pasado
Probablemente, la deducción por vivienda era la deducción fiscal más conocida en España. Las personas que compraban una vivienda principal a crédito podían deducirse parte de las letras en la declaración de la renta (un 15% hasta un máximo anual de 9.040€). Pero se eliminó esa posibilidad y hoy en día solo las personas que compraron antes del año 2013 pueden acogerse a esa deducción.
Hace unos años, se añadió una deducción para las personas que vivían de alquiler, en un intento para fomentar esa forma de alojamiento, ya que es muy minoritaria en España. Esa deducción del 10,5% de las cuotas de alquiler para contribuyentes con una base imponible menor de 24.107€ también se eliminó, y ahora solo es válida para contrato firmados antes de 2015.
Los planes de pensiones
Primero una aclaración: las aportaciones a los planes de pensiones no propician una deducción directa en el IRPF, sino que constituyen una deducción de la base imponible que, a su vez, tiene como consecuencia una reducción del impuesto a pagar.
Las aportaciones a planes de pensiones tienen como efecto demorar el pago del impuesto sobre la renta, que no se elimina totalmente. En resumen: lo que hoy se aporta reduce la base imponible, pero en el futuro, cuando se retire el dinero, la cantidad cobrada se irá sumando a la base imponible de entonces. De allí se deducen dos cosas:
- Rescatar el plan de pensiones se tiene que hacer de forma gradual, año a año, y no de golpe, porque si no, la cantidad cobrada probablemente esté sujeta al tipo máximo de IRPF.
- Las personas con ingresos altos que cotizan por el tipo máximo son las que tienen más interés en hacer aportaciones al plan de pensiones, ya que probablemente sus ingresos del futuro sean más bajos que ahora y, por lo tanto, el IRPF que paguen al rescatar el plan de pensiones sea inferior al IRPF que tienen que pagar hoy por sus ingresos.
Se puede deducir de la base imponible un máximo de 8.000€ de aportación a planes de pensiones, siempre que no represente más del 30% de los rendimientos del trabajo. Eso significa que para poder deducirse el máximo hace falta tener unos ingresos del trabajo superiores a 26.700€.
El caso más interesante es de una persona con unos ingresos altos y una cotización por el tipo máximo (46%). Si esa persona aporta 8.000€ a un plan de pensiones, se ahorra 3.680€ en IRPF. En unos años, cuando rescate el dinero del plan, es muy probable que los impuestos que tenga que pagar sean mucho menores.
Las inversiones en empresas de nueva creación
Desde hace unos años, el gobierno está intentando promover el espíritu emprendedor y la creación de nuevas empresas. Uno de los vehículos de esa promoción ha sido la creación de una deducción fiscal para las personas que invierten en empresas de nueva creación.
Concretamente, la persona que compre participaciones en una empresa nueva podrá deducirse de la renta un 20% de la cantidad invertida, con un máximo de inversión de 50.000€ (y por lo tanto una deducción máxima de 10.000€). Evidentemente, el criterio para invertir no debe ser solamente la deducción fiscal, ya que el 80% restante sigue representando mucho dinero, pero es interesante plantearse la participación en una nueva empresa como opción de inversión.
Las ayudas a las familias
Los contribuyentes con un descendiente o ascendiente con discapacidad, las familias numerosas, las familias monoparentales con dos hijos y las madres trabajadoras con niños menores de tres años tienen derecho a una deducción de 1.200€ en la declaración de la renta.
Además de la deducción ya citada, tener hijos eleva el mínimo personal y familiar. Es decir, la parte de renta que no paga impuestos. El primer hijo genera un mínimo exento de 2.400€ (2.800€ si es menor de 3 años), el segundo 2.700€ (2.800€ si tiene menos de 3) y a partir del tercero, 4.500€. También aumentan el mínimo los ascendientes dependientes, de 1.150€ si son mayores de 65 años y de 2.550€ si son mayores de 75 años. En caso de incapacidad del contribuyente o de alguno de sus descendientes, el mínimo aumenta de 3.000€ adicionales, de 6.000€ en caso de una discapacidad superior al 65%.
Las ayudas autonómicas
Debido a que las CCAA perciben una parte significativa del IRPF, cada una ha diseñado sus propios criterios de deducciones. Sería muy complicado enumerar esas deducciones en un artículo, por lo que recomendamos a cada contribuyente que se informe de la política fiscal de su Comunidad Autónoma respecto al IRPF. Es posible que encuentre apartados de los impuestos que le permitan ahorrar significativamente.
Merece la pena informarse
Acercarse a una gestoría cuesta poco o nada de dinero, y de esa forma puede enterarse mucho mejor de las posibilidades de deducción respecto a su situación personal. Viendo los importes de impuestos que se pueden dejar de pagar ajustándose a los criterios que marca la ley, no cabe ninguna duda que informarse merece muchísimo la pena, y más para ingresos medianos y altos, que son aquellos que pagan los impuestos más altos.
