Siempre que comenzamos la andadura de un nuevo proyecto, lo hacemos teniendo en cuenta el corto plazo, pero a veces nos olvidamos del medio y del largo plazo, que son tan o más importantes.
La planificación lo es todo cuando damos nuestros primeros pasos en una startup, y la falta de ésta puede terminar causando impacto negativo sobre el proyecto. Aquellos proyectos que no se planifican son los que no cuajan en el mercado y acaban olvidados al poco de salir, porque no consiguen cumplir los objetivos “esperados” en sus primeros meses.
Matizo lo de “esperados” porque en esta necesidad de previsión, también es necesario mantener una dosis de realismo a todos los niveles. Muchas veces me preguntan que si conozco la fórmula del éxito. Decir que sí sería mentir. A lo largo de mi carrera he tenido la suerte de participar en proyectos de éxito, pero también en el lanzamiento de ideas que no han terminado de cuajar. En ambos casos me he quedado con un aprendizaje que me ha nutrido como profesional y me ha ayudado a evolucionar. Sí que os puedo ofrecer unos consejos siempre humildes.
1. Piensa en el futuro
Clave e indispensable es pensar en el futuro, en ir más allá con nuestras previsiones y deseos. La receta para reducir nuestras probabilidades de fracaso siempre es la planificación. No tenemos oportunidades de éxito si vivimos sólo del día a día, del pan para hoy hambre para mañana, porque en esta sociedad digital todo transcurre de una forma extremadamente rápida y es necesario que tengamos no solo capacidad de reacción, sino también capacidad de improvisación en base a los parámetros en los que nos movemos, y para conseguir esto segundo, la mejor forma es tener una planificación clara.
La experiencia me dice que a veces la planificación se va al garete, y bien cierto que es, pero que nuestro “Plan de Empresa” refleje cómo debe evolucionar el proyecto a medio y largo plazo nos va a ayudar a virar en una u otra dirección en función de cómo evolucione el mercado al que nos dirigimos.
La planificación es la mejor herramienta para poder improvisar, aunque parezca una contradicción porque nos concede un bagaje que de otra forma no tendríamos. Nada mejor para dar un giro a nuestro negocio que conociendo las normas del mismo.
2. Ambición sí, pero comedida
Siempre que me preguntan sobre cómo se debe entender la ambición en el mundo de los emprendedores, respondo de la misma forma: de manera comedida.
Ser un emprendedor ambicioso es indispensable para crecer. Es una cualidad necesaria a la hora de apostar por un proyecto propio, porque el primer paso para hacerlo es creer en nuestra idea. Pero lo que debemos evitar en todo caso es tener confianza ciega sobre nuestro proyecto. Si caemos en este error, no veremos nuestros propios fallos, no seremos capaces de aceptar consejos y caeremos en uno de los peores problemas del emprendedor: la falta de autocrítica.
3. Revisa tus planes periódicamente
Tan importante como planificar y tener capacidad de autocrítica, es ser consciente de que necesitamos estar revisando nuestros planes constantemente. Cualquier sector digital en el que nos adentramos estará evolucionando día a día. Lo que un mes puede ser la última moda, al mes siguiente puede estar completamente olvidado.
La velocidad a la que se mueve Internet es extrema, así que necesitamos saber coger el ritmo a este formato digital si no queremos perder la partida. Es por ello que siempre recomiendo coger el Plan de Empresa y revisarlo al menos una vez año. Si no tenemos nada que cambiar, enhorabuena. Ya verás que cuando tengas que aplicar modificaciones sales ganando con ellas.
4. Detecta nuevas oportunidades
Al igual que debemos estar aplicando cambios constantes para que, por ejemplo, la competencia no nos gane terreno (no solo la que conocemos, sino también la que está por venir), es nuestra obligación como emprendedores saber detectar nuevas oportunidades, analizar los nichos de mercado dentro de nuestro negocio que pueden estar en alza, detectar tendencias a las que nos podemos subir con nuestros productos y trabajar con capacidad preventiva para no perder trenes en los que solo podemos subirnos una vez.
Saber detectar las oportunidades es indispensable para dar un paso al frente y evolucionar.
5. Mira al horizonte, al lado y al pasado
En todo este procedimiento, debemos tener una visión multidireccional de la evolución de nuestro negocio. Tendemos a mirar al futuro, a detectar proyectos que queremos ejecutar para seguir creciendo, pero rara vez prestamos atención al pasado y a todo lo que podemos aprender con nuestros éxitos y fracasos anteriores.
Resulta indispensable que sepamos echar la vista atrás para aprender sobre nosotros mismos. También que echemos la mirada al exterior, a lo que nos rodea, para ver cómo evoluciona la competencia tanto de nuestro propio país como del extranjero. Un paso imprescindible para detectar tendencias.
Pensar en el futuro, tener una ambición comedida, revisar tus planes de negocio y adaptarlos, detectar nuevas oportunidades y saber mirar al pasado, al presente, al futuro y a lo que nos rodea son cinco puntos que espero que sean de ayuda para quienes están planteándose montar su propio negocio.
