Un equipo motivado desempeñará sus labores de una manera más efectiva, será más productivo y se mostrará más feliz, por lo que se genera una situación en la que todas las partes salen ganando. Por eso, hoy vamos a ver algunos consejos que podemos seguir para establecer una buena estrategia de motivación de nuestros empleados.
1. Ser ejemplo de motivación
Si queremos transmitir un mensaje de motivación, nuestras acciones deberían ir en una línea coherente con este mensaje: debemos transmitir nuestra propia motivación. Para ello, tenemos que intentar que nuestros trabajadores perciban que creemos en lo que hacemos.
Mostrar seguridad en la toma de decisiones estratégicas generará confianza en el resto del equipo y será el primer paso hacia la consecución de objetivos.
2. Conocer al equipo
La motivación es una sensación personal de cada individuo, y como tal, cada uno la encontrará en diferentes factores y aspectos.
Como directivos, tendremos que ofrecer a nuestros trabajadores estos elementos motivacionales y para hacerlo, primero debemos conocer bien a cada una de las personas con las que trabajamos.
Solo de esta manera podremos ofrecer a cada una de estas personas una fuente de motivación que le permita desarrollarse y dar el 100%. En este sentido, la comunicación es la clave. Sería interesante poder intercambiar puntos de vista con cada uno de los empleados cada cierto tiempo, para poner en común las aspiraciones personales de cada uno de ellos, así como las expectativas que la empresa tiene de cada trabajador para el futuro.
3. Ajustar las tareas al perfil del trabajador
Es importante que el trabajo que realice un empleado vaya en concordancia con sus conocimientos, experiencia y competencias profesionales. Si el trabajador desarrolla labores que están por debajo de sus capacidades puede llegar a sentirse poco valorado. En el caso contrario, un trabajador que desempeña su labor en un puesto para el cual no está capacitado, terminará por frustrarse. Lo ideal, es que cada cual haga aquello para lo que está preparado ya que en caso contrario podría aparecer la desmotivación.
4.Contar con los trabajadores en la toma de decisiones estratégicas
Todos nos sentimos valorados cuando se tiene en cuenta nuestra opinión, por ello, debemos intentar que la comunicación fluya en la empresa invitando a los empleados a tomar parte activa en la toma de decisiones estratégicas. Además de una fuente de bienestar y motivación para los trabajadores, las aportaciones de estos últimos pueden ser realmente beneficiosas para la compañía.
5. Definir objetivos personales y comunes
La alineación de los objetivos personales de los trabajadores en el mismo sentido de los objetivos de la empresa supone una buena fuente de motivación. Y también un beneficio directo para la empresa en forma de mayor productividad.
Es importante poner en común regularmente estos objetivos y buscar la forma en la que se pueden integrar los objetivos personales en la consecución de los objetivos de la empresa. Algunas medidas pueden servir para incentivar a los trabajadores y redirigir sus esfuerzos hacia el objetivo común: ofrecer beneficios económicos, días libres, programas de formación a cargo de la empresa, etc.
6. Brindar refuerzos positivos
Reforzar positivamente a nuestros empleados no supone ningún coste y ayuda a mantener alta la moral del equipo y a promover el esfuerzo y la superación personal.
7. Ofrecer flexibilidad
Unas condiciones laborables flexibles contribuyen a una buena motivación y aumentan la productividad en la empresa. Conociendo adecuadamente las necesidades de las personas que trabajan para nosotros seremos capaces de ver qué tipo de medidas de flexibilidad laboral pueden ayudarles a obtener mayor comodidad en el trabajo: flexibilidad de horarios, teletrabajo, reducción de jornadas, etc.
8. Velar por un buen clima laboral
Un buen ambiente de trabajo es fundamental para poder obtener los mejores resultados en la empresa a largo plazo. Por ello, como directivos deberíamos velar por que se mantenga siempre un buen clima laboral.
Nuestra obligación será la de solucionar los conflictos que puedan surgir de la mejor manera posible y rápidamente. También podemos fomentar valores como la cooperación, el compañerismo y el sentimiento de unidad en la empresa.
9. Proporcionar un entorno de trabajo adecuado
El lugar de trabajo es uno de los sitios en los que más horas pasamos a lo largo del día, y a todos nos gusta estar en sitios agradables, bien aclimatados, con una iluminación adecuada para el trabajo que debemos desempeñar y, a ser posible, bonitos y bien decorados.
Otra medida que ayuda a motivar a nuestros empleados es darles las herramientas profesionales adecuadas para que puedan desarrollar correctamente sus funciones.
10.Dar la importancia adecuada al salario
Aunque las personas somos seres complejos y el dinero en sí mismo no supone automáticamente una fuente de motivación laboral, no es menos cierto que un trabajador que se siente mal pagado puede desmotivarse con mayor facilidad.
Para que los nueve puntos anteriores surtan el mejor de los efectos posibles en el estado de ánimo y la buena predisposición laboral de nuestros empleados, debemos sostener nuestra estrategia de motivación en una retribución económica adecuada al puesto de cada trabajador.
Conociendo y poniendo en práctica estos consejos de motivación laboral conseguiremos contar con trabajadores más eficientes, comprometidos y felices. Algo que servirá para proporcionarnos un buen ambiente de trabajo y que contribuirá a que la empresa cumpla sus objetivos con mayor efectividad.