Torres del Paine es un nombre que remite a la Patagonia, pero también a algunos de los paisajes más espectaculares del planeta. No son pocas las publicaciones que incluyen a sitios como las Torres del Paine entre las maravillas naturales del mundo.
Tal como sucede con la idea de Patagonia, este Parque Nacional de Chile es un paisaje que se asocia a la idea de sitios inalterados y en donde todo tiene dimensiones colosales: los glaciares, los lagos, las montañas. Patagonia fue uno de los últimos confines del mundo en ser poblado y explorado por la cultura occidental. De allí que aún hoy en esta región hay poca población: sitios alejados de todo, con clima inhóspito (y tan cambiante que se dice que puedes vivir las cuatro estaciones en un día), enormes extensiones donde gran parte de la infraestructura aún está por desarrollarse. Mayormente abundan los rincones donde la naturaleza indómita tiene el control del paisaje, y eso en un mundo donde esa idea escasea, no deja de ser fascinante.
El área silvestre de Torres del Paine guarda algunos de los tesoros naturales más fascinantes del planeta. Para conocerlos, tendremos que poner rumbo hacia el “el sur del sur”, en los territorios continentales más australes del mundo (exceptuando la Antártida). La ciudad que suele usarse de base para visitar Torres del Paine es Puerto Natales (a 112 kilómetros), y la conexión por avión más cercana es Punta Arenas. Desde Puerto Natales hay numerosos tours y transporte que nos llevará a recorrer el parque, un itinerario al que se recomienda dedicar más de un día, pernoctar en los hoteles dentro del área protegida, y recorrer tanto de forma guiada como en coche.
Estos son muchos de los puntos más fascinantes que esperan:
- Rascacielos de roca (o las Torres del Paine)
La postal y el emblema de este parque son las enormes formaciones rocosas que se elevan como torres quedando muchas veces entre las nubes. Estas torres son parte del Macizo Paine, un conjunto de montañas cuyas cumbres más famosas y fotografiadas son las Torres del Paine, tres picos de roca granítica de hasta 2.600 metros de altura que llaman la atención por sus formas tan caprichosas.
National Geographic las eligió en una de sus publicaciones como uno de los cinco lugares más hermosos del mundo. Y verdaderamente observarlas desde su base es un espectáculo sobrecogedor. Muchos de los puntos más famosos del parque solo son accesibles haciendo un trekking que está muy bien señalizado (y requiere un mínimo de condiciones físicas).
- Una obra de arte en roca (Cuernos del Paine)
Por si faltaran montañas con formas caprichosas y emblemáticas, el segundo conjunto de montañas más famosas y fotografiadas son los Cuernos del Paine. Estos gigantes de roca modelados por glaciares parecen una auténtica obra de arte a escala monumental. Son tres cerros (o cuernos ya que se comparan con los cuernos de un gigantesco animal imaginario) que alcanzan en su punto más elevado los 2.200 metros. Pero lo que impresiona no es tanto su altura, sino sus formas asombrosas, los distintos colores de la roca, sus paredes abruptas y filosas.
- Glaciares y lagos de colores inverosímiles (Campo de Hielo Patagónico Sur)
Los lagos y glaciares dentro del Parque merecen un capítulo aparte. En esta región los lagos se alimentan de algunos de los campos de hielo y glaciares más extensos del mundo. Estos mismos glaciares modelaron las montañas y cada rincón del paisaje. En el Parque Nacional Torres del Paine no solo observarás montañas de formas únicas, sino también lagos de tonalidades turquesa que se hacen inverosímiles a simple vista (alimentados por las aguas limosas de los deshielos).
En esos mismos lagos hay playas donde flotan restos de hielo y icebergs (algunos de ellos gigantescos), al final de la playa, crecen bosques que terminan por configurar un paisaje excepcional. Por ejemplo, el lago Grey, el Pehoé, el Nordenskjöld, son algunos de los más famosos. Y se puede llegar a ellos o bien por caminos de ripio, o siguiendo senderos que despliegan puestas en escena naturales que piden una y otra foto.
- Cómo visitar el parque
Dentro del Parque Nacional Torres del Paine hay numerosos modos de alojarse. Desde campings de estilo rústico, hasta zonas con todos los servicios, refugios, y hoteles de todas las categorías. Incluyendo algunos hoteles que directamente saltan al lujo más extravagante situados en entornos de paisaje que podrían convertir a estos hoteles en los sitios de alojamiento mejor situados del mundo (en cuanto a vistas al entorno natural). Una vez te trasladas al parque desde Puerto Natales (en buses, tours guiados, o en tu propio coche de alquiler) puedes recorrer los caminos de ripio del parque, una excursión a la que habría que dedicarle al menos un par de días (y noches) dentro del área protegida.
Torres del Paine también es un paraíso para el senderismo, y es una de las formas más usuales de recorrerlo. Especialmente llegan turistas europeos con mochilas al hombro para recorrer una de las rutas más concurridas, conocida como la “W” (por la forma de doble “V” de su itinerario). De una forma o de otra, el parque es una invitación a la aventura, y a conectar con la naturaleza más indómita, que en este rincón del mundo despliega algunas de sus formas más hermosas.