La figura del trabajador en su sentido más amplio es clave para el desarrollo de la empresa. En los tiempos actuales donde la competitividad es extrema, ya no podemos apostar únicamente por el trabajador como una “pieza” del engranaje. Eso sería un grave error por nuestra parte como emprendedores y derivaría en problemas para el proyecto a medio-largo plazo. Debemos potenciar la cultura de la empresa.
Entendemos por cultura de la empresa aquellos valores que representamos o queremos representar en el futuro. La cultura de la empresa no solo marca cómo hacemos las cosas internamente, sino cómo proyectamos esa imagen deseada al exterior, por lo que es indispensable que la entendamos a todos los niveles tanto nosotros en el rol de empresarios como quienes nos acompañan.
Debemos educar a los trabajadores en la cultura de nuestra empresa para que se sientan integrados, pues así obtendremos más ventajas que inconvenientes. Estos segundos son nulos cuando conseguimos que el trabajador sienta la cultura de la corporación, la viva y la defienda, que es en última instancia el objetivo buscado. ¿Cómo puede beneficiarnos inculcar la cultura corporativa en nuestros empleados?
Mejora los resultados obtenidos
Un trabajador contento rinde más y mejor. Así se sencillo, llano y directo. Si potenciamos el conocimiento y la asimilación de la cultura de la empresa, los trabajadores se sentirán más representados por la marca, estarán orgullosos de su trabajo y desempeñarán sus labores con mejores resultados. Hay que hacer partícipe al trabajador de lo que sucede en la empresa, tanto de los logros como de los fracasos, para que se sienta como una parte indispensable en todo momento.
Los celos excesivos a la hora de compartir información sobre la empresa pueden llevarnos a cometer un grave error. Si el trabajador no se siente bien informado sobre lo que sucede en su entorno, terminará desconfiando y viviendo en malestar laboral constante. Ser transparentes con los trabajadores contribuye a crear un clima de trabajo favorable y a hacer que el trabajador se sienta más identificado con la empresa. Es un paso que debemos dar para mejorar nuestro entorno de trabajo.
Motiva al trabajador y al entorno
Obtener mejores resultados en el trabajo del día a día es tan sencillo como mantener la motivación del trabajador. Así de fácil. Escucha sus peticiones y haz que se sienta querido dentro de la empresa. Algo tan sencillo como tener un panel de sugerencias donde periódicamente se recojan comentarios de los trabajadores puede hacer mucho por crear un entorno de trabajo favorable y con mejores resultados.
Cuando se habla de motivar al trabajador, siempre surge un mismo tema: la subida de sueldo. El reconocimiento monetario está ahí y es necesario, pero también son indispensables actitudes como la cercanía hacia el empleado, saber escuchar sus comentarios (de cualquier tipo), aceptar y encajar propuestas, potenciar la cultura del diálogo a todos los niveles de empleado a jefe y no solo entre “iguales”, etc.
En ocasiones un paso tan sencillo como dejar una hora de autoformación semanal con una reunión semanal de una hora para que cada empleado cuente durante unos minutos lo que ha aprendido será un gran beneficio para la empresa. No lo tomes nunca como una hora de trabajo perdida, sino como una inversión en talento y libertad para los trabajadores: un alto porcentaje de lo que aprendan lo invertirán en la empresa.
Lo convierte en embajador de marca
Conseguir que tus trabajadores estén contentos también contribuye a crear un clima de trabajo favorable dentro y fuera de la corporación. Por un lado, la relación entre compañeros se verá fortalecida en todo momento y la experiencia me dice que nada trabaja mejor que un grupo de personas unidas por un mismo objetivo en el creen. Nuestras dotes de liderazgo son fundamentales para conseguirlo.
Pero tan importante como proyectar la imagen de marcha hacia el interior lo es hacerlo hacia el exterior. Cuando nuestros trabajadores están motivados y viven en un clima de trabajo excelente, se transforman en embajadores de marca hacia el exterior. Esto hace que públicamente se muestren contentos y positivos con nuestra marca y el proyecto que representan, dando buena imagen de nuestro trabajo.
A veces la mejor estrategia de marketing es la más humana. Esta cercanía del trabajador satisfecho con quienes les rodean dotará de más encanto a nuestra marca. Un embajador de marca destila entusiasmo sobre el producto o la empresa, entusiasmo que se vuelve todavía más palpable cuando ese producto es obra de uno mismo.
Pensemos en las grandes compañías en las que todo el mundo desea trabajar (Google, Microsoft, etc.). ¿Ocupando posiciones altas en los rankings de valoraciones por mera inercia debido a su tamaño? No. Lo hacen porque han fortalecido la cultura de la empresa, la expandido entre sus trabajadores y han conseguido que se transformen en embajadores de marca para que estén entre las corporaciones más deseadas.
A lo largo de estas líneas he hablado de confianza y de motivación como claves para impulsar la cultura de la empresa entre los trabajadores. Conseguir que un empleado se transforme en embajador de nuestra marca es fundamental para potenciar la creación de un entorno de trabajo cómo y donde todos los recursos estén optimizados. Tener un sistema de gestión financiera eficiente también contribuye a ello. Mi experiencia con Cuenta Facto es muy positiva porque me permite estar pendiente de estos aspectos realmente importantes sin tener que invertir más tiempo del necesario en mis gestiones financieras. Sencillo, rápido y directo.