1. Protege tus cuentas con una contraseña fuerte
Las contraseñas son el equivalente en la época digital de las cerraduras y candados de antaño. Por eso es particularmente importante elegir un password que cumpla unos requisitos mínimos:
- Que tenga, como mínimo, 8 caracteres.
- Que incluya letras, números y caracteres especiales (signos de exclamación, almohadilla, etc.).
- Que combine las letras mayúsculas y minúsculas.
Una cosa importante que hay que entender es que los hackers usan herramientas para intentar conseguir las contraseñas, y que lo primero que hacen es probar palabras de diccionarios. Si el password no es una palabra que tiene sentido y contiene números y caracteres especiales, el número de combinaciones posibles es demasiado elevado para un ataque de fuerza bruta. De esta manera, se lo pondrías muy difícil a la persona que quisiera desencriptar tu clave personal.
2. Cuida especialmente el acceso a tu correo electrónico
De poco serviría tener claves muy seguras para algunos de los servicios que usas si luego tu contraseña del correo electrónico es débil. Recuerda que en tu email tienes mucha información personal, y que se suele usar para cambiar tus contraseñas cuando se te olvidan tus datos de acceso en otras plataformas. Por eso tienes que poner una contraseña muy fuerte para tu correo electrónico.
3. Instala un antivirus y un antispyware
Los hackers suelen desarrollar programas para recopilar tu información, que van difundiendo a través de virus informáticos y malware. Para que tus dispositivos queden libres de programas espías, lo mejor que puedes hacer es evitar visitar páginas poco seguras y descargas archivos pirateados. Pero, sobre todo, lo importante es que tengas un buen antivirus y un antispyware. Hoy en día hay muchos programas gratuitos bastante efectivos.
4. Cuando usas un wifi externo
Cuando ya no te quedan datos, te viene muy bien conectarte a una red wifi, sea en una estación, el aeropuerto, un bar o cualquier otro lado. Las conexiones wifi son más vulnerables, especialmente las públicas. Así que cuando las uses, es recomendable que no te conectes a servicios sensibles como por ejemplo tu banca online. Espérate a estar en casa o en un sitio donde sepas que la conexión es más segura.
5. Un poco de sentido común
La imaginación de los hackers no tiene límite, pero a menudo un poco de sentido común basta para derrotarles.
Por ejemplo, hace unos años circulaba en la red un malware llamado el “virus policía”. Cuando infectaba a un dispositivo, lo bloqueaba totalmente, y aparecía una ventana, con el logotipo de la policía, diciendo que el ordenador había sido desactivado por haber incumplido la ley, y que solo se podía reactivar pagando la multa online. La pantalla indicaba una serie de posibles delitos o faltas, incluyendo la descarga ilegal de archivos, algo que por aquel entonces era una práctica habitual, por lo que cualquier persona podía creerse que la multa era real.
Tener el ordenador bloqueado y la apariencia de estar tratando con la autoridad empujaba a algunas personas a pagar. Sin embargo, con pensar un poquito, era fácil darse cuenta que la policía no actúa de esa forma, y que era una estafa. Por eso es tan importante tener tranquilidad y sentido común, y no precipitarse. Así se evitan muchos problemas.